Theodore
estaba realmente impresionado.
Después
de decirle que fingiera amarle, Annette comprendió perfectamente la situación,
su actuación también superó sus expectativas.
La
mujer que actualmente poseía el aspecto de un cadáver, seguía llamando la
atención a su alrededor, Instintivamente encontró una forma de sobrevivir y se
aferró a ella desesperadamente.
Mientras
Theodore se sintió satisfecho en el interior con Annette, las personas se
asombraban al verlos.
—¿Acabo
de escuchar la palabra “esposa” salir de la boca del Gran Duque?.
—¿Alguien
noto algún artículo, sobre que el Gran Duque volvería a casarse nuevamente?
—Más
que eso, ¿está casado con la loca de Annette? Ella quién asesino al Marqués de
Scheringen y trato de huir, ¡Sin embargo está aquí mismo!
El
Gran Duque llegó a Elysia en busca de su amada Gran Duquesa.
Las
personas se preguntaron muchas veces acerca de este increíble suceso.
En
primer lugar, ¿La Gran Duquesa? Aunque Theodore El Gran Duque, no tenía esposa,
hace unos años se intentó celebrar su boda, pero al momento de comenzar la
ceremonia, la novia falleció repentinamente.
Los
periódicos de la época se inundaron de inútiles y cuestionables debates, si el
matrimonio debería o no celebrarse, Como resultado de la discusión, llevó a la
opinión de que no era un matrimonio porque terminó antes de que se
intercambiaran los votos.
Por
lo tanto, si el Gran Duque buscaba a la mujer que estaba a punto de convertirse
en su esposa, el lugar al que debía visitar era el cementerio, no el manicomio.
Luego
estaba la parte “Amada” el cual sería el problema.
El
no conocía que es el amor.
Theodore
creció con el favor infinito del anterior emperador, pero su temperamento
natural era cruel y arrogante, no sabía dar a los demás el amor que recibía, el
amor era tan insignificante como un suspiro que se desvanecía.
Sin
embargo, este esta versión de Theodore vino directamente a un lugar como
Elysia, buscando a su amada esposa.
Lo
más interesante, era que la persona que decía ser la Gran Duquesa era Annette.
Todo
el mundo sabía que Annette amaba únicamente al Príncipe heredero.
Los
espectadores no lograban decidir qué parte de la historia era la más
sorprendente o la más aterradora, así que dudaron de la identidad de Theodore,
por mucho que lo pensaran, Theodore no era una persona que expresaría su amor,
aunque alguien le abriera el corazón, para amarlo.
Así
que tal hombre….
—Lamento
llegar tarde.
Abrazó
a la mujer y la consoló.
Las
enfermeras guardaron silencio al mismo tiempo que cubrirán sus boca, mientras
Theodore acariciaba suavemente la mejilla de Annette con la mano que le rompió
la nariz al médico.
Era
un escenario interesante de presenciar.
Esta
acción era más impactante que los escándalos de Theodore, que se exponían a
diario en la prensa sensacionalista.
Annette
se escondió en el pecho de Theodore, consciente de las miradas de la gente.
“No
sé qué está pasando, pero debo actuar como la amada esposa de este hombre y
seguirle la corriente, no se que podría pasar después”
Imitó a una esposa desesperada.
Pensó que había renunciado a sus ganas de vivir, pero
decidió aprovechar la oportunidad que se le había presentado.
De hecho, anhelaba vivir, sabía mejor que nadie lo demoniaco
que era Theodore, pero estaba decidida a sostener su mano.
—¿Por
qué viniste hasta ahora?
—Los
que te encarcelaron aquí falsificaron tu identidad, te admitieron en la
institución con otro nombre, no con el de Annette Scheringen. —Respondió Theodore.
—Sabía
que existía alguien que planeaba encarcelarme.
—Lamento
haberte dejado sola en este lugar.
—No
te preocupes, después de todo, tú lograste encontrarme.
Sus delgados brazos parecían demasiado débiles,
mientras abrazaban el robusto cuerpo de Theodore, parecían dos amantes
cariñosos que se habían reencontrado tras pasar por una triste separación.
Sin embargo, la realidad era completamente distinta, estaban
ocupados preguntándose por la identidad del otro.
¿Quién es este hombre?
¿Quién es esta mujer?
***
¿Por qué finges ser mi esposo?
¿Por qué coincides con mi actuación?
¿Apareces de la nada y quieres que coopere contigo si
quiero vivir?
¿Entiendes lo que digo sin necesidad de decírtelo?
Pero no era un momento apropiado para conocerse,
decidieron concentrarse en la actuación.
—Nadie
parece creer que seamos pareja —Dijo Annette.
—¿Parece
que la boda secreta fue el problema? Si supieran cuánto te amo, no dudarían de
nuestra relación.
—Es
difícil incluso para ti decir una sola palabra, así que será
mejor guardar silencio.
Annette murmuró una maldición para sus adentros, sonaba
como si estuviera siendo considerado, pero la realidad era todo lo contrario.
Si Annette, que no conocía el escenario, seguía la
conversación, podría haber dicho lo contrario de lo que Theodore había tramado,
significaba que debía mantener la boca cerrada y estar tranquila porque sus
debilidades no debían quedar expuestas.
Estaba enfadada, pero en el momento en que cometiera
un error, el tratar de escapar acabaría en fracaso, ella no tenía más remedio
que darle la respuesta que quería.
—Sí,
lo haré.
Era una truco inventado a toda prisa, pero el público
se dejó engañar porque la actuación era magistral, realmente parecía que
estaban casados.
Cuando todo parecía ir bien, un hombre entró corriendo
en la sala.
—Saludos
a Su Alteza, Al Noble Gran Duque, soy Walter Rogner, director de esta
institución.
Walter llegó en cuanto recibió la llamada y estaba
claramente aterrorizado, era el director de una institución mental donde se
trataba a vagabundos de la calle, pero tratar con una persona como el, que
poseía el título de Gran duque era una persona de un estatus demasiado alto.
Teodoro era el medio hermano del actual emperador y
tío del príncipe heredero.
Después que desear el trono, se había convertido en una
molestia para el emperador y en enemigo del príncipe heredero, lo que significaba
que Theodore poseía el suficiente poder como para codiciar el trono imperial.
¿Por qué demonios un hombre así encontraria a su
preciada esposa en un hospital humillante? Walter observo a su hijo sangrando
contra la pared, pero no protestó.
—¿El
director de esta institución?
—Sí,
sí, lo soy —Soy
el director.
—Quisiera
una explicación ahora mismo de por qué demonios la Gran duquesa esta siendo
abusada en un lugar como este.
—Lo
siento, pero soy demasiado ignorante y no escuche la noticia del matrimonio del
Gran Duque...
—¿Parezco
un idiota que ni siquiera puede decir que estoy casado?.
—¡No!
No puede ser, parece que soy demasiado perezoso para leer el periódico.
El Director se puso nervioso y agitó la mano, Theodore
se dirigio hacia él y llamó a alguien que estaba de pie junto a la puerta.
—Hans.
Theodore hizo una seña y su abogado presentó los
papeles al director, era el contenido que aprobaba el matrimonio de Theodore
Kleist y Annette Scheringen.
—Debido
a circunstancias inevitables, habíamos pospuesto el anuncio de nuestro
matrimonio, estábamos a punto de revelar nuestro matrimonio, pero la Gran
Duquesa desapareció.
—Esto...
no puedo creerlo, está casado...
—¿Me creerás
entonces si me quito la ropa y mezclo mi cuerpo con Annette ahora mismo?.
—No,
señor.
—Entonces
creo que este es el final de la explicación de que estoy casado.
—Sí,
sí.
—¿Y
tu explicación?
—¿Sí?
La voz de Theodore hizo que un escalofrío recorriera
la espina dorsal de Walter, pero no pudo entender el significado de aquella
pregunta tan poco amable.
—Explícame
por qué mi compañera, que desapareció durante la noche, se encontraba aquí.
—Uh...que.
—Tienes
que dar una explicación lo suficientemente buena para convencerme.
Walter más bien quería golpearse la cabeza contra la
pared, pero ahora no era el momento de golpearse la cabeza contra la pared,
sino de darse la vuelta.
Cómo podía hacerle comprender el hecho de que le
pagaban para encerrar a Annette los que querían ocupar el lugar del marqués de
Scheringen, para revelar al Gran Duque que la Gran Duquesa había sido
maltratada para que pareciera un suicidio.
Fue la voz de Annette la que impidió que Walter contestara.
—Cariño,
tengo mucho miedo.
Annette sujeto el cuello de Theodore con voz llorosa.
—¿No
podemos irnos primero? Es muy duro.
—Lo
siento, Annette, no considere tus sentimientos, debes haber estado tan asustada,
así que salgamos de aquí rápidamente.
Theodore acarició el cabello de Annette.
Su actuación fue increíble, pero no existía ningún guion
que evitara descubrir su actuación improvisada, tenían que hacer coincidir sus palabras
a ciegas.
Theodore se sintió extasiado internamente por la
astucia de Annette, quien logro crear el momento adecuado para escapar.
Era una mujer que sabia utilizar su cerebro, tenía la
sensación de que el dinero, el tiempo y la fuerza mental gastado para encontrarla,
valdrían la pena.
Theodore levantó ligeramente el cuerpo demacrado de
Annette, varias personas se maravillaron con el toque suave, confundiendo si poseía
una excelente fuerza o Annette no pesaba.
¿No era exactamente así como se contaba en la leyenda,
del caballero que salvó a la princesa en el castillo del rey demonio?
En el momento en que Theodore cruzo la verja de hierro
con Annette en brazos, Walter quien después de unos segundos recobro la razón,
dijo con impotencia.
—El
alta de un paciente es con permiso de su médico encargado...
—Annette
no es una paciente y aunque lo fuera, debe ser tratada en su hogar, no en un hospital
como éste, me la llevare por que soy el responsable de mi esposa.
Walter enmudeció por el impulso, con el dinero que
había recibido, trató de mantener a Annette en ese lugar, pero no había manera
de que ese truco funcionara ahora.
Theodore pasó al lado de Walter con Annette en brazos
y se detuvo un momento.
—Habrá
una investigación exhaustiva sobre el secuestro y confinamiento de mi esposa.
—¡El
termino de secuestro es indignante!
—¿Obligaste
a una persona a venir aquí y no es secuestro?
—Yo
no la arrastré hasta aquí, fue su familia la trajo aquí y la dejó conmigo, no
sé nada sobre eso...
—¿Su
familia? ¿Quiere decir que alguien de la familia Scheringen le ordeno tal acto?
Entonces te usaré como testigo.
Walter cerró su horripilante boca.
—Hans.
—Sí,
Su Alteza.
—Informa
a la institución de los cargos que enviaremos y de las diversas acciones
legales que comenzaremos.
—Les
informaré uno por uno.
Hans inclinó obedientemente la cabeza.
Theodore salió de la institución mientras el director
permanecía inmóvil, un carruaje les esperaba con las puertas abiertas de par en
par.
Theodore sujetando con cuidado a Annette, la acomodo
en el asiento y seguidamente la puerta se cerró.
Al mismo tiempo se despojaron de las máscaras, se observaron
directamente, pero ninguno abrió la boca.
Sólo después que el caballo comenzó a moverse seguido de
soltar un gemido, sus labios se abrieron.
—¿Quién
eres? —Articulo Theodore
—¿Por
qué me salvas? —Pregunto Annette
Estas no eran las palabras adecuadas viniendo de una
pareja la cual se trataban el uno al otro como amantes apasionados.